Síndrome de Sensibilidad Química

La sensibilidad a múltiples sustancias químicas (SQM) es un  trastorno crónico caracterizado por múltiples síntomas, y que ,en casos graves, puede llegar a ser muy discapacitante. No conocemos los mecanismos específicos este proceso pero una predisposición genética puede ser una de las causas. Por ello, se hace necesario realizar estudios para identificar determinados polimorfismos genéticos.
Hay un proceso de sensibilización a determinadas sustancias químicas que va aumentando en el tiempo hasta que- llegado a un límite- la reacción del sistema inmunitario junto a procesos inflamatorios y neurológicos  generan el cuadro clínico. Todo ello se desencadena en un momento de exposición conocido como “momento gatillo” que marca el inicio de crisis ante exposiciones a leves concentraciones de componentes químicos presentes en el domicilio, en el ambiente y en la ropa.

Existen diversos enfoques y teorías para explicar el origen del SQM. Alguno de los procesos asociados son la presencia de toxicidad en ciertas regiones del sistema nervioso central, alteraciones de los procesos de detoxificación hepáticos, síndrome de intestino permeable e  insuficiencia adrenal subclínica.


¿Cómo lo tratamos?

Las tres soluciones consideradas más útiles fueron :
1) la creación de un espacio libre de químicos,
2) evitar las sustancias químicas y
3) la oración

Tanto la propuesta de creación de un espacio para vivir sin productos químicos como la de evitar los químicos ambientales fueron votadas por el 95% de los afectados como las soluciones más eficaces. Otras terapias evaluadas como muy eficaces incluyeron rotación de dieta, filtros de aire, tratamiento con oxígeno, acupresión, reflexología y meditación. Es significativo que el tratamiento farmacológico quedó entre los peor valorados.

Obviamente cambiar muebles y pintura, huir de olores y pesticidas o evitar estar donde haya sustancias químicas a las que el enfermo sea reactivo es correcto, pero, ¿y si hay que cambiar de trabajo, de casa o de barrio? A veces, ¡es la única solución!

Hace unos meses la Asociación de personas afectadas por productos químicos y radiaciones ambientales (ADQUIRA) remitía al Ministro de Sanidad y Consumo un documento titulado Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple - Una enfermedad emergente  en el que ponían de manifiesto la precariedad de los tratamientos, más allá de las precauciones de los enfermos. "Los tratamientos que se proponen desde el ámbito científico -dice el manifiesto- sólo son paliativos para casos puntuales. La mejoría se pierde con nuevas exposiciones, lo que lleva al afectado a un aislamiento obligado, a un continuo cuidado que le genera un gasto económico importante y a un estado de hipervigilancia del entorno para evitar las crisis. Y aún así las precauciones personales del enfermo no son suficientes porque hay cosas incontrolables, tales como industrias o gasolineras cercanas, hidrocarburos, serigrafías, fumigaciones de parques y zonas públicas y contaminación atmosférica y productos químicos usados por otros en su vida cotidiana.

La exposición a estos contaminantes ambientales  hacen que los pacientes con SQM tengan brotes frecuentes que muchas veces llegan a recaídas importantes. Ante esta situación la mayoría de los enfermos temen llamar a un médico y que éste, a consecuencia de su desconocimiento sobre la patología -que son la mayoría-, le recete algún fármaco que empeore su estado. Este hecho es muy frecuente. Ir a un hospital es impensable: demasiados olores desagradables debido a  desinfectantes y fármacos. Todos estos elementos juntos agravarían su crisis para tropezar de nuevo con el desconocimiento de los profesionales de la salud ante el síndrome. Los centros con algún especialista en la materia son realmente escasos".

Los enfermos tienen que conformarse con prevenir, evitar los ambientes cargados de sustancias químicas, renunciar al contacto con los portadores de las mismas y aprender a observar cómo sus cuerpos reaccionan ante cada alimento o estímulo de su entorno. Del sistema sanitario no pueden hoy esperar nada. Pero, ¿y no habrá nada que pueda ayudar fuera de la medicina farmacológica?


Tratamiento Endocrinológico

Es posible que además de su SQM, presente Ud. un problema de disfunción endocrina, que puede ser en forma de estimulación o de supresión hormonal. En estos casos, su endocrinólogo le aconsejarálas medidas necesarias. Las personas afectas de SQM deben controlar anualmente la función de la glándula tiroidea.

Opciones de tratamientos

Los nutrientes son muy importantes para potenciar el sistema inmune. El promedio varía pero suele incluir vitaminas A, E y C -de ésta damos entre 3 y siete gramos-, cápsulas de multiminerales, glutatión y taurina. Toda persona con sensibilidad química o sobrecarga tóxica tiene un déficit de nutrientes. El 60% de los pacientes con sobrecarga de químicos, por ejemplo, tiene déficit de vitamina B6, un 30% de déficit de vitamina C y otro 30% déficit de vitaminas B 1, B 2, B 3 y B 5. El principal problema es que muchos enfermos no toleran bien las vitaminas que necesitan y no pueden empezar a tomarlas hasta que están sanos.

- Sabemos que usted utiliza como parte de su tratamiento vitamina C de forma intravenosa.
-¿Cómo llegan a conocer las sustancias a las que el organismo de un paciente está reaccionando?
-Con tres tipos de test: uno de inhalación, uno oral sublingual y otro por inyección. Examinamos cada   químico, cada comida, y después estudiamos la reacción a cada sustancia. El examen es lento y puede   llevar meses.